La impresión hidrográfica es un proceso de impresión ya conocido, con el cual se pueden realizar impresiones de una forma que simplifica bastante el proceso de dotar de color ciertos objetos, esto mediante la impresión en una filmina y posteriormente la adición de la misma en un cubo con agua que contiene ciertos químicos que hacen que la pintura se quede en el objeto.
Sin embargo, debido a la poca precisión de este método, no se había podido utilizar en objetos con ciertas curvas o formas irregulares, ya que la pintura tendía a no siempre terminar de manera uniforme.
Finalmente, un grupo de investigadores de la Universidad de Zheijiang resolvieron esta situación, la solución es llamada “impresión hidrográfica computacional”. Todo se basa en la utilización de un software desarrollado especialmente para simular el estiramiento que la pintura genera al contacto con el objeto a imprimir.
En el siguiente vídeo se muestra un ejemplo de este nuevo proceso:
Las impresiones en 3D están ganando mercado, y están revolucionando el modo de desarrollar y crear productos, una muestra de son "Las uñas impresas en 3D", que gracias a la animación y a las nuevas tecnologías las han hecho parecer que cobran vida.
Sin embargo, debido a la poca precisión de este método, no se había podido utilizar en objetos con ciertas curvas o formas irregulares, ya que la pintura tendía a no siempre terminar de manera uniforme.
Finalmente, un grupo de investigadores de la Universidad de Zheijiang resolvieron esta situación, la solución es llamada “impresión hidrográfica computacional”. Todo se basa en la utilización de un software desarrollado especialmente para simular el estiramiento que la pintura genera al contacto con el objeto a imprimir.
En el siguiente vídeo se muestra un ejemplo de este nuevo proceso:
Las impresiones en 3D están ganando mercado, y están revolucionando el modo de desarrollar y crear productos, una muestra de son "Las uñas impresas en 3D", que gracias a la animación y a las nuevas tecnologías las han hecho parecer que cobran vida.
Vía Wired
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